Mi hijo tiene ansiedad: 4 herramientas prácticas para ayudarlo en casa

Ver a un hijo/a sufrir por ansiedad es una de las experiencias más angustiantes para un padre. Esa “alarma” interna que todos tenemos para protegernos del peligro, en ellos, parece sonar demasiado fuerte y con demasiada frecuencia. Si bien la terapia es el espacio ideal para tratar la ansiedad, existen herramientas concretas que puedes aplicar en casa para ayudar a tu hijo/a a gestionar sus miedos y preocupaciones.

Tu Rol como “Puerto Seguro”

Antes de cualquier técnica, recuerda que tu principal herramienta es tu propia calma y conexión. Tu hijo/a necesita sentir que su ansiedad es comprendida y no minimizada. Frases como “no es para tanto” o “ya supéralo” invalidan su emoción. En cambio, un “veo que esto te asusta mucho, estoy aquí contigo” crea un espacio seguro.

4 Herramientas para Calmar la Ansiedad

  1. La Respiración del Volcán: Es un ejercicio simple y visual. Pídele que inhale profundo por la nariz mientras levanta los brazos (el volcán se llena de lava) y que luego exhale fuerte por la boca mientras baja los brazos (¡la lava explota!). Repetir 3-4 veces ayuda a regular el sistema nervioso.
  2. Crea una “Caja de la Calma”: Busquen juntos una caja de zapatos y llénenla con objetos que calmen sus cinco sentidos: una pelota antiestrés (tacto), una botellita con brillantina y agua (vista), un aceite esencial de lavanda (olfato), unos audífonos con música tranquila (oído) y un dulce que le guste (gusto). Es su kit de emergencia personal. Debemos explicarle primero cuándo y cómo se utilizará estará caja. Además, si son niños son pequeños, debemos acompañarlos para usar la Caja de la Calma, acompañar en este proceso de regulación.
  3. Ponle Nombre al “Monstruo de la Preocupación”: Ayúdale a externalizar la ansiedad, pueden conversar y preguntarles cómo se la imagina, de qué tamaño es, y dibujarla, dándole un nombre. Así, en lugar de decir “estoy ansioso”, puede decir “el Monstruo Preocupón me está molestando otra vez”. Esto le da una sensación de control sobre el sentimiento.
  4. Establece un “Rato para Preocuparse”: Designen 10 minutos al día (ej: después del colegio) para hablar de todas las preocupaciones. Cuando una preocupación aparezca en otro momento, pueden decirle: “Es una buena preocupación, la guardaremos para nuestro ‘rato de las preocupaciones'”. Esto ayuda a contener la ansiedad en un tiempo acotado.

Te recomiendo un libro hermoso que pueden leer juntos, aborda las preocupaciones, principalmente aquellas que aparecen justo a la hora de dormir. Ramon Preocupón, de Anthony Browne. Este cuento es sobre un niño que se llamaba Ramón y siempre está preocupado. Todo le provocaba ansiedad: las nubes, la lluvia, los zapatos. Una noche se quedó en casa de su abuelita a quien le confesó sus preocupaciones. Ella le dio la solución: unos muñequitos quitapesares, a los que debía contarles todas sus preocupaciones para que estas desaparecieran.

Esta historia ayuda a los niños a expresar lo que sienten de una manera no directa y por ende más libre y espontánea. Por eso, te propongo, que juntos construyan un muñeco Quitapesares, lo pueden utilizar todos los días antes de dormir, para ayudar a tu hija/o a verbalizar lo que le asusta y que eso se pueda quedar fuera de ella.


(Llamado a la acción final):

Si la ansiedad de tu hijo/a interfiere en su día a día, afectándolo en sus actividades cotidianas, es momento de actuar. Estas herramientas son un gran primer paso, pero si la ansiedad es persistente, la guía de un profesional es fundamental. [ Agenda una consulta online y encontremos la mejor estrategia ]

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Claudia Hernández

Claudia Hernández

Psicóloga de Niños y Adolescentes. Acompañamiento para madres y padres en las tareas de crianza