El inicio de este año ha sido diferente a todo lo que habíamos vivido antes, tuvimos que detener el ritmo acelerado de nuestras vidas para volver a nuestros hogares y permanecer ahí el mayor tiempo posible, para cuidarnos y cuidar a otros. Esto ha implicado muchos cambios, muchos roles y tareas que han generado más agotamiento, mientras que otros, han aprovechado esta nueva realidad para conectarse con sí mismo y sus hijos, algunos hablan de que pasar más tiempo en casa, les ha dado la posibilidad de conocerlos. Sin embargo, no todos los padres tienen la posibilidad de re-conectarse con sus hijos, ya sea porque no les alcanza el tiempo con la mayor demanda que esta nueva realidad ha implicado o bien por qué no saben como acercarse a ellos.
Para muchos niños esta realidad ha sido abrumadora, para muchos de ellos ha sido muy difícil anticipar lo que ocurriría, ya que tienen menor acceso a la información que los adultos y a veces, como padres, se nos hace difícil explicarles los cambios y las situaciones complejas. En ocasiones, estamos asustados y sobrepasados y no sabemos cómo acercarnos a ellos, a veces pensamos que es mejor no decirles, creyendo que así los protegemos. Sin embargo, las niñas y niños son muy intuitivos y sensibles y pueden notar, a partir de sus cuidadores que algo negativo sucede, somos sus espejos.
Por este motivo, cuando hablamos de infancia es necesario también hablar de sus padres y principales cuidadores, ya que la mirada de sus adultos es esencial en cómo ellos miran y perciben el mundo. Por lo tanto, no debemos solo cuidar a los niños y niñas sino que también a sus familias.
Por lo anterior, este artículo se propone entregar algunas recomendaciones para que los padres puedan acercarse a sus hijos y saber cómo están viviendo este confinamiento, y algunas ideas para pasar el tiempo juntos. Así como también, algunas estrategias de autocuidado para los padres y cuidadores.
Algunas indicaciones para el cuidado de la salud emocional de nuestros hijos:
- Es importante acercarse a los niños y preguntarles cómo están, si hay algo que les preocupa, que les de miedo, que echan de menos, etc. Se aconseja escucharlos sin juzgar y validar lo que sienten; sus temores y preocupaciones. Es importante poder crear un clima de seguridad y calma, para que se sientan seguros y puedan expresarse con confianza.
- Es fundamental que demos espacios para expresar sus emociones y no decir frases como: “no llores”, “no tengas miedo”, negando y anulando la emoción. Es aconsejable que la emoción pueda fluir y buscar formas en conjunto para expresarse; puede ser conversar, dibujar lo que sienten, escribir, etc.
Es importante tener en cuenta, que todos los niños y niñas son diferentes, por lo que habrán algunos que se expresaran con naturalidad y fluidez, mientras que otros necesitaran más tiempo.
- Alguna forma de ayudarlos será contarles cómo nos sentimos nosotros, para animarlos a hablar.
- Contarles cuentos o metáforas relacionadas.
- Buscar otras formas de expresión, a través del juego o el arte, como la música, la pintura, las plastilina.
- Es importante mantener momentos de juego en familia, donde todos puedan disfrutar, de esta forma, transformamos momentos difíciles en momentos agradables.
Sugerencias para realizar actividades con nuestros hijos
1) Una actividad que podrían desarrollar como familia es el frasco de la felicidad, creado por la filosofa Elsa Punset –será presentado con algunas pequeñas variaciones-. Esta actividad está pensada para desarrollar el pensamiento positivo y agradecer las cosas que esta crisis sanitaria nos ha permitido ver con mayor claridad.
Está demostrado que una actitud positiva puede transformar algo negativo en una posibilidad de cambio. Es decir, que mediante el pensamiento positivo, los problemas pueden convertirse en oportunidades. Es por ello, que al utilizar esta técnica se podrá conseguir que los hijos -y también nosotros- aprendan a reflexionar sobre las cosas buenas que le ocurren a lo largo del día y a apreciar esos pequeños detalles que a menudo pasan desapercibidos. Cada vez que tu hijo escribe algo agradable que le pasó, lo recordará. El cerebro recuerda primero las cosas negativas porque la angustia hace que le demos vueltas una y otra vez. Las cosas positivas pasan desapercibidas. Sin embargo, al escribirlas y al volverlas a leer poco después, quedarán fijadas en el recuerdo. También aprenderemos a diferenciar los problemas pequeños de los realmente importantes. Esta técnica también contribuirá a mejorar la comunicación dentro de la familia.
- Escoger un frasco grande de cristal. Será el frasco de la felicidad. Puedes escribirle el nombre y colocarlo en un lugar visible de la casa.
- Cada día, todos, padres e hijos, tendrán que escribir lo mejor que les pasó a cada uno durante ese día, se dobla el papel y se deposita en el frasco. Pueden ser cosas sencillas, como dar gracias por tener al perrito con nosotros en casa y poder jugar con él, también puede ser una palabra amable, una sonrisa, haber dormido siesta con mamá, una tarea escolar que salió bien, etc. Al escribirlo, se grabará en el cerebro aunque no nos demos cuenta.
- Es importante definir un día de la semana en el que la familia se reunirá y leerá los papeles contenidos en el frasco. Puede ser todos los días viernes o cada 15 días. Es importante tener este espacio de encuentro y poder leer entre todos.
2) Flexibilizar rutinas. Si bien es importante mantener algunos horarios que entreguen estabilidad, como los momentos de levantarse, acostarse y la hora de las comidas, durante el resto del día es importante ser flexibles, escuchar y observar a los niños y dejarse guiar por ellos: si los niños tienen mucha energía es mejor jugar o bailar que sentarlos a estudiar; si están cansados recostarse en el suelo a leer, a jugar; si tienen curiosidad por algo en concreto, permitirles explorar y observar el aprendizaje que este descubrimiento les dará.
Es importante que cada familia pueda reconocer cuáles son sus posibilidades para estos tiempos y defina sus límites y no se sobreexiga. Es tiempo de aprender a ser flexibles, ver qué es lo importante de hacer y qué “obligación” se puede dejar. Es necesario desarrollar actividades que nos ayuden a mantener la calma y armonía en casa.
3) Bailar, cantar, jugar. Es importante incorporar el baile y otras actividades para hacer en familia, que ayuden a relajarse y divertirse; Juegos de mesa, ver películas juntos, hacer adivinanzas, rompecabezas, juego de roles, juegos libres dirigidos por ellos, etc.
Recomendaciones para los padres
Es importante que los padres puedan ser flexibles y no sobreexigerse, ya que ahora deben agregar el tema del teletrabajo a sus obligaciones, ya no contamos con los espacios del trayecto para desconectarnos y volver a entrar a un nuevo rol, ahora están siempre juntos, y compatibilizarlo es un desafío, sobretodo cuando en casa hay lactantes y niños en edad pre-escolar y escolar.
Para ello, algunas indicaciones que han dado diversos expertos, es tratar de establecer un espacio dentro de la casa que funcione como escritorio, para poder hacer la transición nosotros entre una actividad y otra y ayudar a los niños a comprender, que cuando mamá o papá está en ese espacio es porque está trabajando. Es preciso indicarles lo que se está haciendo y en qué momento terminará. Es necesario darse un pequeño break durante la jornada para compartir con los niños. Ya que no es real, mantener las extensas jornadas que teníamos en nuestros trabajos, donde las condiciones ambientales eran otras.
Respecto del colegio, es importante comprender que estamos frente a un escenario excepcional, donde lo primordial no es el aprendizaje académico, sino que generar un ambiente contenedor y seguro para nuestros hijos. Mientras sigamos valorando solo el aprendizaje académico nos angustiaremos por no poder cumplir con todo el apoyo que nuestros hijos necesitan para sus tareas, es importante hacer un giro y centrar la mirada en el aprendizaje valórico y de habilidades para la vida, esta es la oportunidad para enseñar otro tipo de lecciones.
Así como nosotros no tenemos las mismas condiciones laborales y nos afecta en nuestra concentración y desempeño, lo mismo ocurre con los niños, también están viviendo estados de tensión, muchas veces no cuentan con los espacios suficientes, los hermanos deben compartir los computadores, etc. Para la destacada neuropsiquiatra infantil y especialista en desarrollo emocional y aprendizaje, Amanda Céspedes, es importante enfocarnos en el bienestar psíquico de nuestros hijos; “lograr los objetivos de aprendizaje a fin de año es una utopía. No sólo eso, quizás eso es pasar por encima de lo que es un niño. Hoy día un niño es un ser pequeño y asustado, es un adolescente que se pregunta qué va a pasar con mi vida. Yo pediría indulgencia y no nos pongamos como primer objetivo salvar el año escolar porque eso es algo inútil, pongámonos como primer objetivo cautelar el bienestar psicológico de los niños”.
Cuidarnos nosotros para poder cuidar. Es importante que contemos con espacios a solas. Poder decirle a la familia que estarán en la pieza o en otro lugar unos minutos y que ese espacio pueda ser respetado, porque así como es fundamental compartir en familia, también lo es tener momentos solos. Ocupar ese breve tiempo para descansar, para leer o ver t.v., así como también, puede ser un buen momento para hacer ejercicios de respiración y relajación que nos ayuden a enfrentar con más tranquilidad y de manera más creativa nuestro día a día.
También es aconsejable poder expresar nuestras emociones; hablar con nuestras parejas o mantener llamadas (o video-llamadas) con amistades y familia, como una red de contención y apoyo, donde podamos desahogarnos y reírnos, es importante mantener nuestros vínculos.
Es necesario que recordemos que todos estamos viviendo una situación excepcional, que nos mantiene en alerta y con miedo, por lo tanto, seamos más empáticos y compasivos con nosotros mismos, sin exigirnos tanto ni culparnos. Esta puede ser una oportunidad para enfocarnos en lo importante, aprender a escuchar de manera más consciente a nosotros, a nuestras parejas e hijos.
A continuación, les comparto información de la Unicef, quien ha elaborado material de apoyo de padres.