Si sientes que un muro se ha levantado entre tú y tu hijo/a adolescente, no estás sola. Que tu hijo te responda con frases cortas, mientras mira el celular todo el tiempo y un “bien” como única respuesta pueden ser frustrantes. Pero antes de pensar que has perdido la conexión, es importante entender que esta distancia es, en parte, una etapa normal de su desarrollo. La clave no está en forzar la conversación, sino en crear puentes para que quieran cruzarlo.
¿Por qué los adolescentes dejan de hablar con sus padres?
Lejos de ser un acto personal en tu contra, este comportamiento responde a su necesidad de individuación, a la búsqueda de su propia identidad y a la creciente importancia de sus pares. Aunque otras veces, se sienten incomprendidos, temen ser juzgados o recibir un sermón en lugar de comprensión por lo que evitan hablarle a sus padres.
5 Claves para abrir el canal de comunicación
- Valida la Emoción, No Necesariamente el Comportamiento: En lugar de un “¿Por qué estás tan enojado?”, prueba con un “Noto que estás muy enojado por algo, y está bien sentirse así. Cuando quieras, aquí estoy para escuchar”. Esto le dice a tu hijo/a que sus sentimientos son válidos.
- Busca el Momento “Puente”: Las mejores conversaciones no suceden cara a cara en un interrogatorio. Suelen surgir en momentos casuales: en el auto, mientras cocinan juntos o incluso viendo una serie. Aprovecha esos instantes sin presión.
- Haz Preguntas Abiertas y Genuinas: Cambia el “¿Cómo te fue en el colegio?” (cuya respuesta es “bien”) por un “¿Qué fue lo más interesante/absurdo que pasó hoy?”. Muestra curiosidad real por su mundo.
- Comparte tus Propias Vulnerabilidades: Hablar de un error que cometiste en el trabajo o de algo que te preocupó en tu día le muestra que eres humano y que la conversación puede ser un espacio seguro para compartir imperfecciones.
- Prioriza la Conexión por sobre la Corrección: No todas las conversaciones tienen que terminar en una lección. A veces, solo necesitan ser escuchados. Si logras que se abra, resiste la tentación de dar soluciones inmediatas. Primero escucha, después (y solo si es necesario), aconseja.
¿Sientes que necesitas más herramientas? A veces, la dinámica familiar necesita el apoyo de un profesional externo para reconstruir los puentes. Si la comunicación con tu hijo/a adolescente es un desafío constante, la terapia puede ser un espacio de gran ayuda.